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15 agosto 2021

PSICÓLOGOS/AS Y TRABAJADORES/AS SOCIALES DEL SENAME SE CERTIFICAN EN PARENTALIDAD POSITIVA

En el marco del Plan de Fortalecimiento de Competencias para Funcionarios/as de Residencias Familiares del Sename, impulsado en 6 regiones del país, psicólogos/as y trabajadores/as sociales de la institución iniciaron el proceso de certificación en metodologías Triple P orientadas al apoyo para la crianza y cuidado de adolescentes. La iniciativa busca proveer a las y los profesionales de herramientas y estrategias de crianza positiva, que puedan ayudarles en su trabajo diario con las y los cuidadores, así como con los jóvenes que se encuentran en los Centros de Administración Directa.

“Creo en la capacitación continua. Sobre todo, al realizar una labor que impacta la vida de otros, trabajando con personas y para personas. Desde ahí, la parentalidad positiva nos da herramientas concretas que tendrán un impacto directo en la labor que desempeñamos”, dice Macarena Lavanderos, coordinadora de Residencias Familiares (s) del Biobío, respecto a la posibilidad de formarse en metodologías de apoyo a la crianza de Triple P.


Su proceso de acreditación es parte del que iniciaron 78 profesionales como parte del segundo componente del Plan de Fortalecimiento de Competencias para Funcionarios/as de Residencias Familiares del Servicio Nacional de Menores, Sename, desarrollado de manera inicial en 6 regiones del país, cubriendo desde Arica y Parinacota hasta Magallanes.


La iniciativa -que en su primer componente contempló la participación de 350 funcionarios y funcionarias en charlas y 40 profesionales en talleres grupales de Triple P- tiene como principal propósito fortalecer las capacidades y habilidades de quienes están a cargo de cuidar, guiar y proteger a adolescentes que se encuentran en los centros, promoviendo espacios más acogedores y relaciones positivas para su desarrollo, en pos de colaborar en la reparación de experiencias adversas.


“(Estas metodologías) entregan herramientas sistemáticas para el trabajo con cuidadores, además de aportar insumos de fácil entrenamiento”, señala Christian Lorca, director de la Residencia Familiar Puma, ubicada en la Región Metropolitana. A su juicio, tener la posibilidad de acceder a esta certificación, “es importante para favorecer el proceso de resignificación de experiencias no positivas en los cuidados de niños, niñas y adolescentes. Entrega una oportunidad de cambio”.


Otra de las profesionales que se ha formado en Triple P, Bárbara Alarcón, trabajadora social en la Residencia de Vida Familiar Quilpué, destaca que “las estrategias aprendidas ayudan a abordar de mejor forma a los adolescentes con los que trabajamos en la cotidianeidad. Me parece fundamental capacitarse en el área de la crianza positiva, dado que permite reflexionar respecto a las necesidades de los jóvenes. Nos da la posibilidad de desarrollar y practicar la empatía, la escucha activa, el establecimiento de límites y consecuencias en caso de transgredirlos, así como de aprender a hablar en positivo, y sobre todo, de enseñarles a regular y gestionar sus emociones”.


Para Óscar Vásquez, director de la Residencia Familiar Castellón, de la Región del Biobío, “este modelo de crianza positiva se ajusta a las orientaciones técnicas de nuestras Residencias Familiares y permite incorporar herramientas cognitivo-conductuales acordes a un sistema respetuoso”. Agrega que “sin duda, es un gran avance, ya que se trata de un modelo muy práctico y basado en evidencia, que permite, con herramientas específicas, orientar el cuidado y la protección a nuestros adolescentes y fortalecer las competencias de los cuidadores. Creo muy relevante continuar abordando y profundizando en herramientas prácticas y efectivas, que permitan aún más especializar nuestra importante labor de restituir el derecho a vivir en familia de nuestros usuarios”.


“Es importante que los cuidadores tengan las competencias para el proceso formador y reparador de los jóvenes. La metodología nos aporta también en el trabajo con las familias, al perseguir la reparación del vínculo familiar. Vivir en familia es un derecho fundamental y las metodologías aprendidas apoyan directamente en el trabajo a realizar para avanzar en la restitución de derechos”, concluye Macarena Lavanderos, coordinadora de Residencias Familiares (s) del Biobío.


La formación en metodologías Triple P a 78 profesionales del Sename busca dejar la capacidad instalada en la institución, para que psicólogos y trabajadores sociales acreditados puedan desarrollarlas con los demás funcionarios y funcionarias que están a cargo del cuidado de adolescentes en las residencias. Asimismo, este componente del Plan de Fortalecimiento de Competencias contempla un acompañamiento a la implementación por parte de Triple P.